La 5ª edición del Manual Diagnóstico y Estadístico
de los Trastornos Mentales (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría
(APA, American Psychiatric Association) fue publicado en mayo de
2013 y se encuentra disponible en español desde 2014. Esta nueva
edición sustituye a la anterior de 2002, el DSM-IV-TR, aportando novedades con
respecto a la codificación, clasificación y diagnóstico.
Independientemente de las polémicas y críticas que ha suscitado esta
nueva edición, vamos a centrarnos en la innovación que ha supuesto el
diagnóstico del Trastorno por Estrés Postraumático en el DSM-5, que no se encuentra en la categoría de trastornos de ansiedad, si no que se incluye en una
nueva sección: “Trauma y Trastornos Estresantes Relacionados”.
En la nueva edición, el TEPT cuenta con cuatro grupos de síntomas
(reexperimentación, hiperactivación, evitación y alteraciones cognitivas/cambios
en el estado de ánimo). Los criterios
diagnósticos, también sufren cambios y se añaden criterios separados para los
niños menores de 6 años.
El criterio A, de exposición a suceso traumático, se modifica en
algunos aspectos, con mayor especificación, incluyendo expresamente la
violencia sexual y sin constatar el criterio A2 de la anterior edición.
El criterio B (reexperimentación) pasa a denominarse “intrusión”
y los síntomas incluidos son similares. El criterio C de evitación
persistente, se reduce a dos características que agrupan los síntomas, pudiendo
darse una o las dos.
La novedad en el Trastorno por Estrés Postraumático en la 5ª edición
del DSM es la incorporación del criterio D “Alteraciones negativas cognitivas y
del estado de ánimo asociadas al suceso(s) traumático(s)” que incorpora siete
características.
El criterio
anteriormente relacionado con síntomas
persistentes de aumento de la activación (arousal), pasa a ser el criterio E en el DSM-5 y se refiere a “alteración importante de la alerta y reactividad” e
incluye en sus seis características, el comportamiento imprudente o
autodestructivo.
Los criterios diagnósticos del TEPT en el DSM-5, quedaría
como sigue:
Nota: Los criterios
siguientes se aplican a adultos, adolescentes y niños mayores de 6 años. Para
niños menores de 6 años, véanse los criterios correspondientes.
A. Exposición a la muerte, lesión grave o
violencia sexual, ya sea real o amenaza, en una (o más) de las formas
siguientes:
1. Experiencia directa del suceso(s) traumático(s).
2. Presencia directa del suceso(s) ocurrido a otros.
3. Conocimiento de que el suceso(s) traumático(s) ha ocurrido a
un familiar próximo o a un amigo íntimo. En los casos de amenaza o realidad de
muerte de un familiar o amigo, el suceso(s) ha de haber sido violento o
accidental.
4. Exposición repetida o extrema a detalles repulsivos del
suceso(s) traumático(s) (p. ej., socorristas que recogen restos humanos;
policías repetidamente expuestos a detalles del maltrato infantil).
Nota: El Criterio A4 no se aplica a la exposición a través de
medios electrónicos, televisión, películas o fotografías, a menos que esta
exposición esté relacionada con el trabajo.
B. Presencia de uno (o más) de los síntomas
de intrusión siguientes asociados al suceso(s) traumático(s), que comienza
después del suceso(s) traumático(s):
1. Recuerdos angustiosos recurrentes, involuntarios e intrusivos
del suceso(s) traumático(s). Nota: En los niños mayores de 6 años, se pueden
producir juegos repetitivos en los que se expresen temas o aspectos del
suceso(s) traumático(s).
2. Sueños angustiosos recurrentes en los que el contenido y/o el
afecto del sueño está relacionado con el suceso(s) traumático(s). Nota: En los
niños, pueden existir sueños aterradores sin contenido reconocible.
3. Reacciones disociativas (p. ej., escenas retrospectivas) en
las que el sujeto siente o actúa como si se repitiera el suceso(s)
traumático(s). (Estas reacciones se pueden producir de forma continua, y la
expresión más extrema es una pérdida completa de conciencia del entorno
presente.) Nota: En los niños, la representación específica del trauma puede
tener lugar en el juego.
4. Malestar psicológico intenso o prolongado al exponerse a
factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del
suceso(s) traumático(s).
5. Reacciones fisiológicas intensas a factores internos o externos
que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso(s) traumático(s).
C. Evitación persistente de
estímulos asociados al suceso(s) traumático(s), que comienza tras el suceso(s)
traumático(s), como se pone de manifiesto por una o las dos características
siguientes:
1.
Evitación o esfuerzos para evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos
angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso(s) traumático(s).
2.
Evitación o esfuerzos para evitar recordatorios externos (personas, lugares,
conversaciones, actividades, objetos, situaciones) que despiertan recuerdos,
pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al
suceso(s) traumático(s).
D. Alteraciones negativas cognitivas
y del estado de ánimo asociadas al suceso(s) traumático(s), que comienzan o
empeoran después del suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por
dos (o más) de las características siguientes:
1.
Incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso(s) traumático(s)
(debido típicamente a amnesia disociativa y no a otros factores como una lesión
cerebral, alcohol o drogas).
2.
Creencias o expectativas negativas persistentes y exageradas sobre uno mismo,
los demás o el mundo (p. ej., “Estoy mal,” “No puedo confiar en nadie,” “El
mundo es muy peligroso,” “Tengo los nervios destrozados”).
3.
Percepción distorsionada persistente de la causa o las consecuencias del
suceso(s) traumático(s) que hace que el individuo se acuse a sí mismo o a los
demás.
4.
Estado emocional negativo persistente (p. ej., miedo, terror, enfado, culpa o
vergüenza).
5.
Disminución importante del interés o la participación en actividades
significativas.
6.
Sentimiento de desapego o extrañamiento de los demás.
7.Incapacidad
persistente de experimentar emociones positivas (p. ej., felicidad,
satisfacción o sentimientos amorosos).
E. Alteración importante de la alerta y
reactividad asociada al suceso(s) traumático(s), que comienza o empeora
después del suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por dos (o más)
de las características siguientes:
1.
Comportamiento irritable y arrebatos de furia (con poca o ninguna provocación)
que se expresan típicamente como agresión verbal o física contra personas u
objetos.
2.
Comportamiento imprudente o autodestructivo.
3.
Hipervigilancia.
4.
Respuesta de sobresalto exagerada.
5.
Problemas de concentración.
6.
Alteración del sueño (p. ej., dificultad para conciliar o continuar el sueño, o
sueño inquieto).
F. La duración de la alteración (Criterios
B, C, D y E) es superior a un mes.
G. La alteración causa malestar
clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento.
H. La alteración no se puede atribuir a los
efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., medicamento, alcohol) o a otra
afección médica.
Especificar
si:
Con síntomas disociativos: Los
síntomas cumplen los criterios para el trastorno de estrés postraumático y,
además, en respuesta al factor de estrés, el individuo experimenta síntomas
persistentes o recurrentes de una de las características siguientes:
1. Despersonalización: Experiencia
persistente o recurrente de un sentimiento de desapego y como si uno mismo
fuera un observador externo del propio proceso mental o corporal (p. ej., como
si se soñara; sentido de irrealidad de uno mismo o del propio cuerpo, o de que
el tiempo pasa despacio).
2. Desrealización: Experiencia persistente
o recurrente de irrealidad del entorno (p. ej., el mundo alrededor del
individuo se experimenta como irreal, como en un sueño, distante o
distorsionado). Nota: Para utilizar este subtipo, los síntomas disociativos no
se han de poder atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej.,
desvanecimiento, comportamiento durante la intoxicación alcohólica) u otra
afección médica (p. ej., epilepsia parcial compleja).
Con expresión retardada: Si la
totalidad de los criterios diagnósticos no se cumplen hasta al menos seis meses
después del acontecimiento (aunque el inicio y la expresión de algunos síntomas
puedan ser inmediatos).
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Asociación
Americana de Psiquiatría, Guía de consulta de los criterios diagnósticos del
DSM 5. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2013
American Psychiatric Association (2013). DSM-5. Diagnostic
and statistical manual of mental disorders (5th Edition). Washington, DC: Author.
@Laura Fátima Asensi Pérez