La
terapia cognitivo conductual ayuda a cambiar la forma de cómo se piensa (factor
cognitivo) y cómo se actúa (factor conductual) y estos cambios
pueden ayudar a modificar las emociones y a sentirse mejor. Se centra en
problemas y dificultades del "aquí y ahora".
En Infocop (2012) se afirma que la terapia psicológica y, específicamente, la terapia cognitivo-conductual (TCC), ha demostrado ser una alternativa eficaz para el tratamiento de la ansiedad y de la depresión, no supone ningún riesgo para la salud y no presenta ningún efecto secundario adverso. Se ha demostrado que es útil para tratar problemas de Ansiedad, Depresión, Pánico, Agorafobia y otras fobias, Fobia social, Trastorno obsesivo compulsivo, Trastorno de estrés postraumático, problemas interpersonales, etc.
Además de reducir los síntomas de ansiedad
y depresión y mantener estos cambios terapéuticos a largo plazo, el tratamiento
psicológico proporciona otros beneficios, tales como una mayor adherencia al
tratamiento, una disminución significativa del riesgo de recaídas y una
elevada tasa de recuperación, evitando la cronificación.
Así mismo, combinar
distintas técnicas cognitivo-conductuales, tales como la activación conductual,
el entrenamiento en toma de decisiones, el entrenamiento en habilidades
sociales, la reestructuración cognitiva, técnicas de manejo de la ira resulta
eficaz en el control de la sintomatología ansioso-depresiva, ansiedad
generalizada y estados depresivos.
La activación conductual (AC)
forma parte del programa de tratamiento de las terapias
cognitivo-conductuales y puede aplicarse a muchos tipos de problemas. Las técnicas de activación
conductual planteadas para la
mejora de la depresión han acabado por
conformar una terapia por propio derecho (Barraca, 2017).
La AC es beneficiosa para la salud de
todas las personas y puede abordar diferentes patologías. Se destaca la
importancia de la conducta y como a través del control y manejo de ésta se
puede incidir en la psicología de la persona.
Javier Tirapu, neuropsicólogo clínico, afirma que la terapia cognitiva es eficaz si su
objetivo es traducido por el paciente en conductas motoras porque las
conductas motoras son el motor del
cambio de las conexiones neuronales. Asimismo destaca a Kandel, cuya cuarta
asunción básica era: “la terapia es eficaz si produce cambios en
la conducta que, a su vez, produce cambios en actividad neural”
Los principios fundamentales de la
AC (Martell, Dimidjian y
Herman-Dunnque, 2014) son:
- Principio
1. La clave para cambiar como se sienten
las personas consiste en ayudarles a cambiar lo que hacen.
- Principio
2. Los cambios en la vida pueden llevar a
la depresión, y las estrategias de adaptación a corto plazo pueden
bloquear con el tiempo a las personas.
- Principio
3. Las pistas para entender lo que será
antidepresivo para un cliente concreto. residen en lo que precede y lo que
sigue a las conductas importantes del cliente.
- Principio
4. Estructurar y programar actividades que
siguen un plan, no un estado anímico.
- Principio
5. El cambio será más fácil cuando se
comienza por algo pequeño.
- Principio
6. Hacer hincapié en actividades que sean
reforzadas por naturaleza.
- Principio
7. Actuar como un entrenador.
- Principio
8. Insistir en un enfoque empírico de
resolución de problemas y reconocer que todos los resultados son
útiles.
- Principio
9. ¡No lo diga, hazlo!
- Principio
10. Detectar barreras posibles y reales
para la activación.
Si necesitas ayuda, tratamiento o asesoramiento, contacta con nosotros. También puedes visitar nuestra web: Consulta de Psicología - Laura Fátima Asensi
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