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jueves, 2 de abril de 2015

Criterios Diagnósticos del Trastorno por Estrés Postraumático en el DSM-5

La 5ª edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, American Psychiatric Association) fue publicado en mayo de 2013 y se encuentra disponible en español desde 2014.  Esta nueva edición sustituye a la anterior de 2002, el DSM-IV-TR, aportando novedades con respecto a la codificación, clasificación y diagnóstico.

Independientemente de las polémicas y críticas que ha suscitado esta nueva edición, vamos a centrarnos en la innovación que ha supuesto el diagnóstico del Trastorno por Estrés Postraumático en el DSM-5, que no se encuentra en la categoría de trastornos de ansiedad, si no que se incluye en una nueva sección: “Trauma y Trastornos Estresantes Relacionados”.

En la nueva edición, el TEPT cuenta con cuatro grupos de síntomas (reexperimentación, hiperactivación, evitación y alteraciones cognitivas/cambios en el estado de ánimo). Los criterios diagnósticos, también sufren cambios y se añaden criterios separados para los niños menores de 6 años.

El criterio A, de exposición a suceso traumático, se modifica en algunos aspectos, con mayor especificación, incluyendo expresamente la violencia sexual y sin constatar el criterio A2 de la anterior edición.

El criterio B (reexperimentación) pasa a denominarse “intrusión” y los síntomas incluidos son similares. El criterio C de evitación persistente, se reduce a dos características que agrupan los síntomas, pudiendo darse una o las dos.

La novedad en el Trastorno por Estrés Postraumático en la 5ª edición del DSM es la incorporación del criterio DAlteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso(s) traumático(s)” que incorpora siete características.

El criterio anteriormente relacionado con síntomas persistentes de aumento de la activación (arousal), pasa a ser el criterio E  en el DSM-5 y se refiere a “alteración importante de la alerta y reactividad” e incluye en sus seis características, el comportamiento imprudente o autodestructivo.

Los criterios diagnósticos del TEPT en el DSM-5, quedaría como sigue:


Trastorno por estrés postraumático [309.81] (F43.10) 

Nota: Los criterios siguientes se aplican a adultos, adolescentes y niños mayores de 6 años. Para niños menores de 6 años, véanse los criterios correspondientes.
A. Exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza, en una (o más) de las formas siguientes:
1. Experiencia directa del suceso(s) traumático(s).
2. Presencia directa del suceso(s) ocurrido a otros.
3. Conocimiento de que el suceso(s) traumático(s) ha ocurrido a un familiar próximo o a un amigo íntimo. En los casos de amenaza o realidad de muerte de un familiar o amigo, el suceso(s) ha de haber sido violento o accidental.
4. Exposición repetida o extrema a detalles repulsivos del suceso(s) traumático(s) (p. ej., socorristas que recogen restos humanos; policías repetidamente expuestos a detalles del maltrato infantil).
Nota: El Criterio A4 no se aplica a la exposición a través de medios electrónicos, televisión, películas o fotografías, a menos que esta exposición esté relacionada con el trabajo.

B. Presencia de uno (o más) de los síntomas de intrusión siguientes asociados al suceso(s) traumático(s), que comienza después del suceso(s) traumático(s):

1. Recuerdos angustiosos recurrentes, involuntarios e intrusivos del suceso(s) traumático(s). Nota: En los niños mayores de 6 años, se pueden producir juegos repetitivos en los que se expresen temas o aspectos del suceso(s) traumático(s).
2. Sueños angustiosos recurrentes en los que el contenido y/o el afecto del sueño está relacionado con el suceso(s) traumático(s). Nota: En los niños, pueden existir sueños aterradores sin contenido reconocible.
3. Reacciones disociativas (p. ej., escenas retrospectivas) en las que el sujeto siente o actúa como si se repitiera el suceso(s) traumático(s). (Estas reacciones se pueden producir de forma continua, y la expresión más extrema es una pérdida completa de conciencia del entorno presente.) Nota: En los niños, la representación específica del trauma puede tener lugar en el juego.
4. Malestar psicológico intenso o prolongado al exponerse a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso(s) traumático(s).
5. Reacciones fisiológicas intensas a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso(s) traumático(s).

C. Evitación persistente de estímulos asociados al suceso(s) traumático(s), que comienza tras el suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por una o las dos características siguientes:

1. Evitación o esfuerzos para evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso(s) traumático(s).
2. Evitación o esfuerzos para evitar recordatorios externos (personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos, situaciones) que despiertan recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso(s) traumático(s).


D. Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso(s) traumático(s), que comienzan o empeoran después del suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:

1. Incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso(s) traumático(s) (debido típicamente a amnesia disociativa y no a otros factores como una lesión cerebral, alcohol o drogas).
2. Creencias o expectativas negativas persistentes y exageradas sobre uno mismo, los demás o el mundo (p. ej., “Estoy mal,” “No puedo confiar en nadie,” “El mundo es muy peligroso,” “Tengo los nervios destrozados”).
3. Percepción distorsionada persistente de la causa o las consecuencias del suceso(s) traumático(s) que hace que el individuo se acuse a sí mismo o a los demás.
4. Estado emocional negativo persistente (p. ej., miedo, terror, enfado, culpa o vergüenza).
5. Disminución importante del interés o la participación en actividades significativas.
6. Sentimiento de desapego o extrañamiento de los demás.
7.Incapacidad persistente de experimentar emociones positivas (p. ej., felicidad, satisfacción o sentimientos amorosos).

E. Alteración importante de la alerta y reactividad asociada al suceso(s) traumático(s), que comienza o empeora después del suceso(s) traumático(s), como se pone de manifiesto por dos (o más) de las características siguientes:

1. Comportamiento irritable y arrebatos de furia (con poca o ninguna provocación) que se expresan típicamente como agresión verbal o física contra personas u objetos.
2. Comportamiento imprudente o autodestructivo.
3. Hipervigilancia.
4. Respuesta de sobresalto exagerada.
5. Problemas de concentración.
6. Alteración del sueño (p. ej., dificultad para conciliar o continuar el sueño, o sueño inquieto).

F. La duración de la alteración (Criterios B, C, D y E) es superior a un mes.

G. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

H. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., medicamento, alcohol) o a otra afección médica.

Especificar si:

Con síntomas disociativos: Los síntomas cumplen los criterios para el trastorno de estrés postraumático y, además, en respuesta al factor de estrés, el individuo experimenta síntomas persistentes o recurrentes de una de las características siguientes:

1. Despersonalización: Experiencia persistente o recurrente de un sentimiento de desapego y como si uno mismo fuera un observador externo del propio proceso mental o corporal (p. ej., como si se soñara; sentido de irrealidad de uno mismo o del propio cuerpo, o de que el tiempo pasa despacio).
2. Desrealización: Experiencia persistente o recurrente de irrealidad del entorno (p. ej., el mundo alrededor del individuo se experimenta como irreal, como en un sueño, distante o distorsionado). Nota: Para utilizar este subtipo, los síntomas disociativos no se han de poder atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., desvanecimiento, comportamiento durante la intoxicación alcohólica) u otra afección médica (p. ej., epilepsia parcial compleja).

Con expresión retardada: Si la totalidad de los criterios diagnósticos no se cumplen hasta al menos seis meses después del acontecimiento (aunque el inicio y la expresión de algunos síntomas puedan ser inmediatos).

______________________________________________________________________________

Asociación Americana de Psiquiatría, Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM 5. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2013


American Psychiatric Association (2013). DSM-5. Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th Edition). Washington, DC: Author.


@Laura Fátima Asensi Pérez


jueves, 5 de febrero de 2015

Acoso Escolar - Maltrato cero

¿Lo vas a consentir? Maltrato cero.
 
Nueva guía de Orientaciones sobre el acoso escolar del Equipo Técnico de la Dirección General de Ordenación Académica de la Consejería de Educación y Ciencia del Principado de Asturias.
 
 
La guía, de lectura recomendable para todos aquellos interesados en el tema del acoso escolar, traslada una cita de Albert Einstein, muy acertada para introducir el tema del acoso escolar: "“El mundo no está amenazado por malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad".
 
 
 
 
 

Resumimos el protocolo de actuación que se propone:
 
 ¿QUÉ HACER CUANDO UN ALUMNO/A SE SIENTE VÍCTIMA DE ACOSO ESCOLAR, O BIEN LA FAMILIA, EL PROFESORADO O ALGÚN COMPAÑERO/A DETECTA UNA SITUACIÓN DE ESTE TIPO?
 
El primer paso será comunicar la situación de acoso en el centro escolar, ante:
· Un profesor o profesora con el que pueda existir más confianza.
· El Tutor/a
· El Departamento de Orientación.
· El Equipo Directivo.
 
En esta primera fase habría que citar y recibir a la familia y al alumno/a acosado/a en entrevista individual para conocer el alcance del problema; citar y recibir a la familia y al alumno/a acosador/a , así como al resto de implicados en entrevista individual para conocer el alcance del problema; convocar al Equipo Docente, informar a las familias sobre medidas a adoptar...
 
En una segunda fase, la guía recomienda el análisis de la información y medidas a adoptar. La Junta de Profesores, el Departamento de Orientación y/o la Comisión de convivencia, convocadas por el Director o persona en quien delegue y ayudados de la hoja de recogida de información, para facilitar un análisis ordenado de cada caso, decidirá las posibles medidas a aplicar, de acuerdo con en el Reglamento de Régimen Interno (RRI) del centro.
 
Se sugieren MEDIDAS de protección a la víctima: · Vigilancia específica de acosador/a o acosadores/as y acosado/a. · Tutoría individualizada de los implicados/as. · Solicitar la colaboración familiar para la vigilancia y el control de sus hijos e hijas. · Cambio de grupo · Pautas de autoprotección a la víctima.
 
También se recomiendan otras medidas correctoras con el agresor/a o agresores, en función de la gravedad de los hechos.
 
Además de otras fases, se podrá solicitar colaboraciones externas: Servicio de Inspección, Servicio de Justicia del Menor, Instituto de Atención a la Familia (según comunidades o provincias), etc.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Violencia de Género y Predicción de Riesgo

Trasladamos entrada publicada en el blog de  PsicoJurix


Estos últimos días los medios de comunicación se han hecho eco de posibles fallos en la protección de las víctimas de violencia de género. El  informe del Observatorio del CGPJ destaca aspectos mejorables en la valoración y gestión de riesgo. En un informe anterior ya se había propuesto 13 medidas para mejorar la protección de las víctimas de violencia de género. Podemos leer  que en 14 de los 15 casos de muertes violentas la calificación policial no apreció un peligro alto. El Informe sobre fallecimientos por violencia de género con procedimientos judiciales previos en 2014 señala que incluso en dos de los tres casos en los que la orden de protección estaba en vigor, el riesgo fue valorado como «bajo» o «no apreciado». Tres de los asesinos tenían antecedentes de agresión a otras parejas. El informe argumenta que hay que vigilar al agresor después de cumplida la pena.

El ministro de Justicia ha declarado que hay que mejorar la clasificación del nivel de riesgo en estos casos.

En eldiario.es podíamos leer que Agentes de la Guardia Civil afirman sufrir “presiones” para bajar los avisos de riesgo en mujeres maltratadas. Además de la carencia de medios, denuncian una absoluta falta de formación específica de los agentes responsables de violencia de género fuera de las ciudades
En mi opinión profesional es necesario destacar que, obviamente, no es posible predecir la conducta futura de forma indubitada, y mucho menos una conducta tan compleja  como el asesinato de una mujer por parte de su pareja o ex pareja.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que  la predicción del riesgo está en función de la vulnerabilidad de la víctima, pero también de la peligrosidad del agresor, y todo ello en un contexto concreto y específico, relacional y temporal.

Desde mi punto de vista, centrándome en  la predicción de riesgo policial, que se realiza en el momento de la instrucción del atestado y utilizando básicamente como fuente principal de información, en la mayoría de los casos, a la propia  víctima, puede resultar parcial, y por tanto no representaría la variedad e intensidad de conductas que comprenden la violencia de género, teniendo en cuenta, además, que la mayoría de las víctimas no sabe siquiera qué tipo de maltrato está sufriendo ni mucho menos la intensidad y peligrosidad del mismo. Por otra parte, las víctimas de malos tratos, han desarrollado unas secuelas y unas características propias, precisamente por haber sufrido dicha situación de forma continuada, y pueden presentar en el momento de la denuncia elevada ansiedad, confusión, sentimientos de culpa, protección hacia sus hijos, miedo, etc. Además muchas de estas mujeres maltratadas llevan años acultando su situación por lo que difilmente van a ofrecer en el momento de interponer la denuncia, una información relevante para valorar de forma efectiva el riesgo al que están expuestas o el riesgo de reincidencia de su maltratador. Aunque esto no quiere decir que no se realice por la policía una valoración urgente e inmediata del risgo, pero hay que reconocer algunas de sus limitaciones.

Es necesario valorar no solo el riesgo a que está expuesta la víctima si no también el riesgo del maltratador en cuanto a su intensidad y la probabilidad de cometer conductas violentas futuras contra su pareja o ex pareja en un período temporal determinado.
 
Por otra parte, se precisa (y así se reclama por los propios agentes y policías con los que he tenido la oportunidad de coincidir en diversos foros) mayor formación, especialización y reciclaje profesional en tres aspectos básicos; en primer lugar, formación en el ámbito de la violencia de género, como una violencia compleja y diferente a otros tipos de violencia. En segundo lugar,  formación  en conocimiento criminológico  de los factores de riesgo concretos y específicos, empíricamente validados y relacionados con este tipo de violencia; también, imprescindible,  formación específica y de calidad  sobre la aplicación de los protocolos  de valoración de riesgo. 

Con ello probablemente se minimizaría  la subjetividad de las estimaciones y predicciones y disminuirían los errores de predicción del tipo falso-negativo, con las consecuencias fatales que ello conlleva.

Como CONCLUSIÓN,  a mayor rigor técnico (protocolos y técnicas empleadas, formación, reciclaje profesional…) mayor eficacia de la valoración de riesgo de violencia futura, y todo ésto, probabilísticamente hablando.

@Laura Asensi Pérez

sábado, 8 de febrero de 2014

La Autopsia Psicológica

Compartimos la última entrada del blog de PsicoJurix sobre la autopsia psicológica en la investigación criminal y análisis de conductas suicidas.

La Autopsia Psicológica es entendida como “un proceso de  recolección de datos que permite reconstruir el perfil psicológico de  una persona y su estado mental  antes del deceso por causa  dudosa (suicidio, homicidio,  muerte accidental o natural)” Se realiza a través de una serie de  investigaciones retrospectivas, indirectas y  posmortem.


Mientras que una autopsia médica es esencialmente un examen físico de la persona fallecida, una autopsia psicológica (PA) es esencialmente un examen del estado mental de la persona fallecida.

La idea de una autopsia psicológica es descubrir el estado psicológico  de la víctima antes de la muerte, ya que los resultados pueden ser necesarios para resolver casos criminales dudosos, suicidios, accidentes, juicios por mala praxis, o incluso reclamaciones de seguros. Cuando las circunstancias de una muerte pueden ser interpretadas de más de una forma (también llamada muerte equívoca), los psicólogos pueden ayudar a recopilar información retrospectiva sobre el comportamiento, estado psicológico, y posibles motivos, que pueden no ser constatables desde otros análisis biológicos, investigativos o médicos.  

Shneidman,  a partir de los años 60, junto con Farberow, describen en detalle el procedimiento de la autopsia psicológica, que mas tarde retoman Liman, Curphey y Tabachnick (citados por Young, 1992).

Los primeros autores en utilizar este método lo hicieron por razones básicamente médicas y legales, particularmente cuando las causas de una muerte eran dudosas o estaban mal definidas. El método fue aplicado más tarde para la prevención del suicidio http://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK7126/, intervención en crisis, o en investigación, e identificar los sujetos "en riesgo" de cometer suicidio. 

Hay una serie de razones por las que podría ser apropiado llevar a cabo un PA, sin embargo, la más común es para ayudar a determinar la naturaleza de la muerte.

El método consiste en la recopilación de toda la información disponible sobre los difuntos a través de entrevistas estructuradas de los miembros de la familia, parientes o amigos, así como información del personal de atención médica. Además, la información se obtiene de  registros psiquiátricos y de salud, otros documentos y el examen forense. Así, una autopsia psicológica sintetiza la información de múltiples informantes y registros. La primera generación de autopsias psicológicas estableció que más del 90 % de los suicidios consumados han sufrido por lo general trastornos mentales comórbidos, la mayoría de ellos los trastornos del estado de ánimo y / o trastornos de uso de sustancias (ver

Shneidman (citado por Ebert, 1991) indica que son cuatro los objetivos de este proceso:

1. Determinar el modo o la causa de la muerte en casos equívocos.
2. Averiguar el tiempo en el cual se produjo la muerte.
3. Obtener la información suficiente para evaluar los datos obtenidos de diversos intentos de suicidio, con el fin de prevenir dichos intentos y la letalidad de los mismos.
4. Terapéutico para con los amigos y familiares del occiso”.

En el contexto de una investigación forense se emplea una autopsia psicológica (AP) como herramienta de recolección de datos. La naturaleza de la información recogida por lo general incluye la siguiente:

- Información biográfica (edad, estado civil, ocupación…)

- Información personal (relaciones, estilo de vida, problemas laborales, uso de alcohol / drogas, fuentes de estrés…)

- Información secundaria (antecedentes familiares, antecedentes policiales, diarios…)

Antes de continuar, es importante tener en cuenta que, al igual que con la mayoría de los protocolos de recogida de datos llevados a cabo dentro de un marco psicológico, existen diferentes enfoques metodológicos. Una manera útil de pensar en esto es en términos de “el fin justifica los medios

El objetivo final es, en términos generales, el mismo, es decir, se espera que, en conjunto, la información obtenida, como Berman y Litman (1993) describen, sea el resultado de: 'El análisis post-predictivo, elaborarando un dictamen, ofreciendo una comprensión lógica de la relación entre el fallecido y los acontecimientos y conductas que precedieron a la muerte'.

Los medios por los cuales se llega este fin pueden, sin embargo, variar ligeramente, por ejemplo, el enfoque clínico vs el enfoque de análisis de la muerte equívoca favorecido por el FBI.

Un protocolo integrado ilustrativo para la investigación criminal (MAPI-CRIMINAL) podemos verlo aquí


Laura Fátima Asensi Pérez
Psicóloga Forense
Profesora Criminología UA
Co-directora PsicoJurix

viernes, 17 de enero de 2014

Depresión - Video psicoeducativo

Video psicoeducativo de la OMS sobre Depresión.

Este breve vídeo nos explica de manera muy clara y sencilla los sentimientos que tiene una persona que padece depresión y la forma para afrontarlo, merece la pena verlo.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Cerebro, Ansiedad, Miedo y Memoria

 Algunos audiovisuales sobre la relación entre el cerebro, la ansiedad, el miedo y la memoria.


  • Amígdala vs Lóbulo Frontal

Un recurso que nos ayuda a entender la relación entre las emociones impulsadas desde la amígdala y el control posterior que ejerce sobre ellas los lóbulos prefrontales.

 
  •  Cerebro: el circuito del miedo  


 

Otros videos interesantes que reflejan la relación entre cerebro, el miedo y la memoria:


Si necesitas ayuda, tratamiento o asesoramiento, contacta con nosotros. También puedes visitar nuestras áreas de trabajo en la web: Consulta de Psicología - Laura Fátima Asensi

Cerebro, Ansiedad, Miedo y Memoria

 Algunos audiovisuales sobre la relación entre el cerebro, la ansiedad, el miedo y la memoria.


  • Amígdala vs Lóbulo Frontal

Un recurso que nos ayuda a entender la relación entre las emociones impulsadas desde la amígdala y el control posterior que ejerce sobre ellas los lóbulos prefrontales.

 
  •  Cerebro: el circuito del miedo  


 

Otros videos interesantes que reflejan la relación entre cerebro, el miedo y la memoria:


Si necesitas ayuda, tratamiento o asesoramiento, contacta con nosotros. También puedes visitar nuestras áreas de trabajo en la web: Consulta de Psicología - Laura Fátima Asensi

miércoles, 27 de noviembre de 2013

La crisis económica altera el perfil emocional (en +ciencia)

Extracto del artículo escrito por Cecilia Scianca en el blog +ciencia en el que contribuimos con nuestra opinión profesional:
¿Los españoles ven afectadas las emociones, sentimientos y comportamientos debido a la crisis? ¿Quiénes se ven más perturbados psicológicamente: los hombres o las mujeres? ¿Son la Inteligencia Emocional y el Coaching nuevas salidas terapéuticas?

(...) 
De vuelta a España, cuando los tiempos se tornaron difíciles, la presión y el miedo se fueron apoderando de muchos individuos. El estado de bienestar se muestra inseguro y la inestabilidad provoca cambios psicológicos que tienen que ser atendidos por profesionales. Laura Fátima Asensi, psicóloga clínica y profesora del Departamento de Psicología de la Salud de la UA, expone que los cambios y condiciones que afectan a las necesidades más básicas, así como la aparición de nuevos  problemas, dificultades y preocupaciones que la persona emocionalmente afectada no sabe o no puede afrontar,  hacen que se produzca un aumento de los conflictos asociados con la salud mental, siendo los más característicos los trastornos adaptativos y problemas de ansiedad y depresión. También aparecen trastornos adictivos asociados a tendencias evasivas.
Hay varios tipos de emociones o sentimientos causados por la crisis, están asociados a trastornos de ansiedad y depresión, de tipo reactivo a estresor psicosocial y a una realidad que la persona percibe como ajena e  incontrolable. Las más repetidas son la angustia, frustración e impotencia ante la falta de oportunidades o la imposibilidad de tomar decisiones, incertidumbre hacia la situación futura, desconfianza, etc. A partir de estos estados, las manifestaciones más inmediatas son cambios conductuales, de hábitos, motivacionales y en la forma de pensar e interpretar la realidad, como por ejemplo: la aparición de estrés, insomnio, enfermedades gastrointestinales, baja autoestima, disminución del deseo sexual, pérdida en la capacidad para tomar decisiones, cambios de humor, entre otros, llegando incluso a despertar enfermedades mentales dormidas como la esquizofrenia.
Según Asensi es complejo afirmar que exista una co-relación entre fenómenos económicos, sociológicos y psicológicos. De todas formas, afirma que, desde 2008, “aparecen datos de aumento significativo en la venta de antidepresivos y ansiolíticos habiendo un mayor número de asistencia a consultas psicológicas y psiquiátricas, siendo las demandas más habituales las asociadas a estresores psicosociales condicionados por la crisis económica y sus efectos colaterales”.
Un ejemplo de lo comentado anteriormente es el producido al año siguiente del anuncio de la crisis financiera, en 2009, cuando la Unitat de Salut de Barcelona  estimó que los problemas mentales habían aumentado un 7% (con picos que alcanzaron el 15% ) debido a la crisis.
Por otra parte, el psicólogo clínico de la UA Miguel Díez, afirma que “en estudios realizados recientemente en España, se demostró que el consumo de fármacos antidepresivos, tranquilizantes y ansiolíticos había aumentado hasta un 10 % coincidiendo con la actual crisis económica”.
Emociones sufridas según el sexo
El papel del hombre y la mujer en la sociedad también son relevantes a la hora del cambio emocional generado ante este tipo de situaciones extremas. No obstante, Miguel Díez mantiene que “los trastornos mentales afectan en mayor medida a las personas más vulnerables y en el caso de la situación de crisis económica, suelen ser más frecuentes en mujeres, dado que éstas deben hacer frente a su multiplicidad de roles en el trabajo y el hogar”. Además, el empleo a tiempo parcial es sobre todo femenino, y la temporalidad en los empleos también. Pese a casos particulares, Díez aclara que el desarrollo de problemas psicológicos, su mantenimiento y afrontamiento dependerá más de características individuales como el “perfil de personalidad, estrategias de afrontamiento, apoyo percibido, experiencias previas, etc”.
(...)

miércoles, 20 de noviembre de 2013

CURSO FORMATIVO TEÓRICO-PRÁCTICO SOBRE CREDIBILIDAD DEL TESTIMONIO

CURSO FORMATIVO TEÓRICO-PRÁCTICO 

PSICOLOGÍA DEL TESTIMONIO
SOSPECHOSOS, VÍCTIMAS Y TESTIGOS
Área Policía Local (Ayuntamiento de Elche)
Impartido en la Jefatura de la Policía Local
Curso homologado por el IVASPE
 
Impartido por Laura Asensi Pérez y Miguel Díez Jorro. Profesores Universidad de Alicante